martes, 1 de mayo de 2012

Cuando las cosas no se hacen bien

No se puede permitir que un equipo humilde y luchador como ha sido siempre el Sporting vuelva a la Segunda División por culpa de una directiva y de una dirección deportiva que no se preocupa de su equipo sino de hacerse con dinero de todos los socios.

Puedo decir que por primera vez en mi vida me siento avergonzado de mi equipo por culpa de un entrenador como Javier Clemente que todos los sportinguistas sabemos que ha llegado a nuestro equipo por su amistad con el máximo accionista, José Fernández. ¿Ese es el estilo que queremos que impere en el Sporting basado en los amiguismos y en la mala educación? Yo no soy entrenador  pero creo que tengo cierta idea de fútbol después de llevar muchos años viendo muchísimos partidos, y no me corto en decir que el señor Javier Clemente es un completo incompetente incapaz de mantener un estilo de juego definido. Y quien no esté de acuerdo con esto que me permita dudar de su criterio futbolístico.

Pero no toda la culpa de esto la tiene Javier Clemente también cierta parte recae sobre esa parte de la plantilla a la que la afición debería recriminarle primero no tener la suficiente calidad para jugar en la Primera División española y segundo no dar todo lo que tienen por una afición que se deja la vida todos los fines de semana animando a su equipo. Sí, todos sabeis perfectamente que me refiero a esos jugadores como Damián Suárez, Gastón Sangoy, Ayoze, Ricardo León, etc. Sin embargo, tampoco me puedo olvidar de jugadores como Alberto Lora a los que se ha visto llorar sobre el césped de El Molinón dando una muestra de sportinguismo absoluto.

A pesar de todos estos defectos, siempre seremos fieles al Sporting de Gijón y nunca dejaremos de animarle aunque se produzca un descenso tan duro como el que hemos vivido esta semana.

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