lunes, 20 de mayo de 2013

Adiós al fútbol de otra época

Recuerdo esos dos goles de Inzaghi en la final de la Champions ante el Liverpool, el penalti decisivo de Shevchenko ante la Juve en la final de Champions en Old Trafford, esos desplazamientos en largo y esos lanzamientos de falta de David Beckham que tantas veces sobrevolaron El Teatro de los Sueños, los 150 tantos de Owen que trajeron tardes de gloria a Anfield, el eterno halo de perdedor que siempre rodeó a Michael Ballack, la entrega de Paul Scholes en el centro del campo del Manchester dirigido por su padre futbolístico Sir Alex Ferguson, Carragher levantando la Champions a lo más alto de Estambul... cosas que ya nunca más podremos ver salvo en vídeos de esos años, porque esa generación ha dicho adiós para siempre. Esos futbolistas que marcaron a todos los niños amantes del fútbol nacidos en los 90, dejan su sitio en el campo precisamente a niños nacidos en esa década, ellos son los llamados a recoger la estela dejada por este grupo de futbolistas que en un momento u otro, con más suerte algunos que otros, saborearon las mieles del éxito. Todos saben lo que es levantar una copa de una liga, da igual que sea inglesa, alemana, italiana o española. Muchos conocen la sensación de ver como La Orejona pasaba por sus manos y podían besarle. Algunos incluso saben lo que es tener en sus vitrinas esas miniaturas de una Copa del Mundo y de una Eurocopa. Todos ellos son el éxito hecho persona, aunque a alguno siempre le hayan señalado como el eterno perdedor.
Beckham era el toque, Scholes la lucha, Owen la inteligencia, Carragher la contundencia, Inzhagi el gol, Ballack la potencia, Ferguson la pizarra y Shevchenko la clase. Todos y cada uno de ellos tenían algo que les hacían especiales, por eso ahora da pena ver que gran parte de los ídolos de tu infancia dejan el deporte rey. Sí, sé perfectamente que esto es algo cíclico, pero cuando ves acabarse algo que ha formado parte inherente de tu infancia no es fácil. Muchos niños hemos tenido la camiseta del Milán con la publicidad de Opel y el nombre de Shevchenko y número 7 cubriendo la retaguardia o esa camiseta del ManU de Sharp con los cuellos negros y los números 7 y 18 de David Beckham y Paul Scholes en la espalda. Decidir quien es el mejor de todos es cuestión de simples gustos porque todos fueron excelentes futbolistas, aunque Ballack siempre haya estado cubierto por un cierta sombra negra, que no le ha permitido triunfar en los grandes torneos internacionales. Sin embargo, no todo se fragua dentro de un terreno de juego, sino que muchas veces tenemos que mirar a esos trozos de piedra o plástico clavados siempre en la banda llamados banquillos, donde por encima de todos siempre brillará la luz sagrada de un escocés con gafas redondas y chicle en la boca, Sir Alex Ferguson. Son más de dos décadas en ese banquillo incrustrado en la grada de Old Trafford, que ya nunca más le verá salir a dar instrucciones. Es el fin de una época, aunque aún nos queda agarrarnos a Steven Gerrard, Andrea Pirlo, Alessandro Del Piero y al sempiterno Ryan Giggs, que su llama aún sigue luchando por no apagarse, pero que dentro de muy poco tiempo lo hará, para decepción de los niños de los 90.

sábado, 18 de mayo de 2013

Un general de La Pampa contra el Imperio Mourinho

Madrid, 17 de mayo de 2013. Once soldados dirigidos por un general venido directamente desde La Pampa se enfrentan al imperio del capitán Mourinho. Una maldición planea sobre el ejército rojiblanco: 19 años sin ganarle un partido al Real Madrid. Esta era la ocasión perfecta para romper el maleficio. Los blancos salieron fuertes al partido con la intención de seguir minando una moral rojiblanca que llegaba por los suelos, pero esta vez Simeone tenía preparado a sus pupilos. El primer asalto fue para los de Mourinho con un córner a raíz de una pérdida en el centro del campo de Mario Suarez. Özil puso la bola en la cabeza de un Cristiano, mal defendido por Godín, que remató ajustado al palo izquierdo de Courtois para poner el 1-0. Primer asalto para el equipo blanco y parecía que la Copa no se iba a mover del Santiago Bernabeu, pero los rojiblancos de Simeone no eran los mismos que en otras ocasiones. Los rojiblancos en lugar de hundirse empezaron a gozar de sus mejores minutos con un Diego Costa revolucionando todo el frente de ataque. Esos minutos se tradujeron en el empate cuando Falcao se inventó un pase magistral desde el centro del campo para un Diego Costa que tiró una diagonal perfecta y se plantó solo ante Diego López. El brasileño no iba a perdonar y le daba el segundo asalto a los rojiblancos. El descanso llegaba con un Atlético crecido y un Madrid tocado.
Simeone aleccionó bien a sus soldados en el descanso para aguantar la ofensiva blanca que se le venía encima en los primeros minutos de esta segunda parte y los rojiblancos lo entendieron a la perfección. La marña defensiva rojiblanca impidió que los blancos se volvieran a poner por delante estrellando hasta tres vesces los balones en los palos. Courtois se erigió como el gran salvador de los rojiblancos con paradas milagrosas. El partido estaba abocado a la prórroga, donde se decidiría finalmente la batalla.
El Atlético salió más enchufado ante un Real Madrid dubitativo que no encontraba una respuesta desde el banquillo, donde Mou había desparecido hacía veinte minutos por salir a protestar una jugada. La tragedia se mascaba en el Bernabeu con una doble ocasión de Diego Costa que detenía Diego López. Era el primer aviso de un Atleti que veía que la Copa podía viajar para el Calderón. Rondaba el minuto 97 cuando Koke tiró un corner que rebotó en un defensa blanco y volvió a sus pies. El mediocentro puso un centro magistral al primer palo donde apareció imperial la cabeza de Miranda adelantándose a la salida de Diego López y poner el 1-2. La guerra se ponía de cara para los atléticos. El Madrid sacó el séptimo de caballería y trató de igualarlo con más corazón que cabeza, pero ya era tarde y los rojiblancos tenían bien asentada la formación defensiva. Cristiano perdió los nervios y se fue al vestuario antes de tiempo por darle una patada en la cara a Gabi, Di María pidió un penalti inexistente y Karanka montó un espectáculo en el área técnica porque veía que el partido se le iba. Y efectivamente se le fue, Clos Gómez pitó el final y la alegría se desbordó en el bando rojiblanco. La guerra había sido ganada y ya no existía esa maldición ante el eterno rival. La frase del tifo de los aficionados rojiblancos se había cumplido: "Vosotros domináis el mar, nosotros la capital"

viernes, 3 de mayo de 2013

Humillación y empieza la reconstrucción

Hace demasiado tiempo que se habla de un fin de ciclo del Barça y evidentemente algún día tendrían que acertar. El día ha llegado pero tampoco podemos de hablar de un fin de ciclo cuando caes eliminado en unas semifinales de Champions, tienes la liga casi ganada y conservas jugadores como Iniesta y Messi que se sabe que al año siguiente volverán a un nivel alto. A pesar de esto, el Barça tiene que hacer muchos cambios en una plantilla que ha llegado a final de temporada exhausta por la falta de rotaciones y mermada por las lesiones de jugadores importantes especialmente en defensa. La enfermedad de Tito Vilanova ha matado también muchas de las esperanzas de esta plantilla de cara a las aspiraciones de esta temporada, aunque a este nivel las excusas no sirven. Precisamente el propio Tito, durante el tiempo que ha podido sentarse en el banquillo blaugrana, ha sufrido también la sombra alargada de su predecesor Pep Guardiola. No debe ser fácil llegar a un banquillo donde el anterior entrenador ha ganado todo y deja las expectativas de los aficionados por las nubes. El Barça debe comenzar una "reconstrucción" conservando el esqueleto de la actual plantilla pero introduciendo jugadores de calidad en posiciones claves que este año se ha demostrado que flojean cuando los problemas físicos aparecen.
El primer paso que debe seguir el club es una fuerte operación salida para sacar fondos con los que poder asumir este verano el fichaje de tres o cuatro jugadores de calidad. Alexis, Villa, Alves, Afellay... están el disparadero y parecen los más jugadores más jugosos para poder sacar una cantidad de dinero importante con la que empezar la reconstrucción. El segundo punto clave es afrontar los problemas en la portería, el club debe sentarse con Valdés para tratar de revocar su decisión de salir el próximo verano cuando termina contrato. Si el portero catalán no cambia de opinión, el Barça tiene que comenzar ya la búsqueda de un portero de garantías que supla la baja de uno de los mejores porteros del mundo en estos momentos. Tito también tendrá que lidiar con el problema del mediocentro donde Xavi poco a poco irá bajando su nivel debido a la edad y el técnico tendrá que buscarle una alternativa al de Terrasa. La solución es muy simple y pasa por introducir a Cesc en esa posición imitando su etapa en el Arsenal con Wenger porque por mucho que se le haya probado de falso nueve, mediapunta... Fábregas continua siendo un mediocentro puro. Pero entremos en materia de fichajes, ¿qué necesita el Barça y que tiene en su agenda para la próxima temporada? Sin ninguna duda el primer puesto que preocupa en Barcelona es la posición de central que hace años que necesita un repuesto de garantías ya que Puyol tiene problemas físicos, Bartra aún está muy verde y con Mascherano y Piqué no llega para cubrir esta posición. El elegido parece el central del Dortmund, Hummels, pero no será fácil sacárselo a los alemanes por lo que existe un segunda opción que sería el central brasileño de la Roma, Marquinhos. Ambos jugadores encajarían a la perfección en el estilo de los azulgranas porque son jugadores con gran salida de balón y una anticipación espectacular y no sería descartable que llegasen los dos este verano. El Barça también quiere pegar un pelotazo en el verano y la opción perfecta parece el astro brasileño Neymar, que parece haberse convertido en la gran obsesión de Rossell en los últimos años. El jugador del Santos será sin ninguna duda una estrella de nivel mundial porque tiene todas las cualidades posibles pero quizás no sea lo que realmente necesite el Barça. El conjunto azulgrana debería centrar su búsqueda en un delantero centro goleador, aunque Neymar también sea un gran goleador, y para ello tendrían que volver a pelearse en los despachos con los alemanes para conseguir hacerse con los servicios de Robert Lewandowski. El delantero polaco podría adaptarse perfectamente al estilo de toque blaugrana y facilitaría mucho la labor de un Leo Messi, que hace dos años que vive en un sobremarcaje constante.
El verano decidirá quienes serán los refuerzos de este equipo para la próxima campaña pero parece que se avecina un mercado movido en Can Barça