viernes, 4 de noviembre de 2011

Salvando a un equipo hundido

Que el Sporting de Gijón era un equipo hundido tanto en la primera vuelta del año pasado como al principio de este año es una evidencia irrefutable. Los problemas comenzaron a salir a mediados de la anterior temporada cuando los resultados no acompañaban y el Sporting se encontraba hundido en lo más profundo de la clasificación con un misero cómputo de 12 puntos. La gente comenzaba a impacientarse con su equipo, incluso estuvo en duda la continuidad del entrenador, Manuel Preciado, que conservó su puesto por la renuncia de Marcelino García y de José Luis Mendilibar. La situación era insostenible sin embargo apareció "la luz al final del túnel"

El último partido de la primera vuelta ante el Hércules fue el punto de inflexión que relanzó al Sporting de Gijón. Esa victoria en El Molinón marcó un antes y un después en la relación entre el equipo y la afición que en ningún momento había dejado al equipo solo pero que no apoyaba como había hecho anteriormente.


Sin embargo la afición volvió a ser la de los mejores tiempos y llevó al Sporting a realizar una gran segunda vuelta solamente superado por el Real Madrid y el Barcelona como equipos menos goleados. El Molinón volvía a rugir como en las mejores épocas, aquellas en la que el Sporting se codeaba con los grandes de España, y en otras no tan buenas que llevaron al Sporting desde el más absoluto infierno (la segunda división) hasta tocar el cielo en unos solos meses con el ascenso a primera división. Eran épocas en las que el sportinguismo volvía a soñar con ser alguien dentro del fútbol español.


El Molinón era una caldera a presión que llevó al equipo en volandas a la salvación con sus múltiples cantos cargados de ese amor incondicional que siempre se ha tenido en Gijón hacia su equipo. Pero la afición no solo sacó adelante a su equipo en "El Molinón" sino que se desplazó a múltiples lugares de la geografía española como por ejemplo Pamplona, Bilbao o Santander para apoyar a su amado equipo. La mítica "Mareona" invadía los campos de toda España llegando a superar en número a algunas aficiones como es el caso de Santander o Getafe.

Todo este apoyo culminó con la ansiada salvación para felicidad de toda la afición. Tras este fin de campaña parecía que la nueva temporada que estaba a punto de comenzar supondría un paso adelante para el Sporting de Gijón pero nuevamente no fue así sino que el equipo se pasó sin ganar 8 jornadas viéndose hundido en lo más hondo de la clasificación una vez más. Pero nuevamente el Sporting parece que vuelve a salir a flote con el apoyo de su afición. "El templo del fútbol" vuelve a rugir una vez más para sacar a su equipo de la zona baja de la clasificación y volver a conseguir un año más la ansiada salvación.

Utilizando la mítica frase acuñada por los aficionados de Anfield y posteriormente heredada por la afición sportinguista: "Sporting, nunca caminarás solo"

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