jueves, 7 de junio de 2012

Larga vida al Rey Preciado

Todo el mundo en Gijón y en el fútbol español sentía un gran aprecio por ese hombre con bigote que se sentaba en el banquillo del Sporting. Pues la vida nos ha robado a ese alma luchadora y bonachona que se había ganado todo el cariño de la grada de El Molinón.

Preciado llegó a Gijón en el verano de 2006 sin hacer demasiado ruido como a él siempre le había gustado. La primera temporada no fue buena pero poco a poco se fue ganando el respeto de una grada que le acabó venerando como a un ídolo. Preciado estuvo seis años al frente de un equipo que poco a poco fue mejorando y al que devolvió la ilusión de la primera división. La ciudad de Gijón se volcó con el equipo y con su entrenador. Se despidió a mediados de esta pasada temporada del Sporting por la mala situación del equipo pero El Molinón seguía sin olvidar a su entrenador y él tampoco olvidó a su equipo. Preciado había firmado ayer como entrenador del Villarreal, con el que trataría de conseguir un nuevo ascenso a primera división, pero la muerte ha decidido llevarselo antes de tiempo para disgusto de todo el fútbol español y especialmente de la ciudad de Gijón que despedirá entre lágrimas a su rey.
 

Definitivamente la vida no es justa con la gente que más se lo merece. Preciado ya había perdido a su mujer y su hijo en un accidente de tráfico y a su padre atropellado por un coche, pero él se había repuesto con toda la fuerza que siempre mostró a todo el mundo. Con 54 años, ese gran corazón, que demostró tener, se paró para siempre dejando huérfano al Villarreal y dejando hundida a un ciudad que nunca olvidará a ese señor del bigote que apareció por los campos de Mareo aquel verano de 2006.
 

¡LARGA VIDA AL REY PRECIADO! GIJÓN Y EL MOLINÓN JAMÁS TE OLVIDARÁN

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