Todo apuntaba que la Copa del Rey sería un auténtico partidazo porque se juntaban dos de los equipos que mejor fútbol practican el fútbol ofensivo pero el Barça llegó demasiado fuerte y se encargó de cargarse el partido en apenas 25 minutos.
El Barça salió al partido como una auténtica moto, intentando llevarse el partido desde el primer minuto para cerrar uno de los ciclos más gloriosos de la historia del fútbol y el Athletic esperaba atrás porque no podía hacer otra cosa ante el ciclón que tenía enfrente. Tal era la furia con la que salió el Barça que en tan solo tres minutos gozó de tres ocasiones en la botas de Pedro y Messi. A la tercera fue la vencida cuando Pedro cazó en el área un rechace de Javi Martínez tras un córner puesto por Xavi para batir a Gorka Iraizoz y encarrilar la final para el conjunto catalán. El Athletic sufrió el golpe con dureza y el Barça continuaba presionando con fiereza. Xavi manejaba el partido y Messi e Iniesta ponían la magia. En el minuto 24 Iniesta se inventó un pase imposible, Pedro dejó pasar entre las piernas y Messi en el uno contra uno no perdonó a Iraizoz al que batió con un chut que rozó el larguero poniendo el 2-0. Apenas un minuto después Pedro recibió en la frontal del área, tiró la pared con Xavi y desde el balcón del área, puso el balón a la base del palo izquierdo de la portería de Gorka para poner el 3-0 y dejar la final resuelta para los culés. A partir de aquí, el Barça se dedicó a controlar el partido con facilidad mientras el Athletic solo podía perseguir la pelota que siempre pasaba por las botas de Iniesta o Xavi. Así se llegó al descanso
En la segunda parte, Bielsa dio entrada a Iñigo Pérez y a Ander Herrera en sustitución de De Marcos y Susaeta pero el partido ya estaba resuelto y el Barça estaba desatado aunque había soltado un poco el pie del acelerador. El Athletic solo tuvo dos ocasiones con una vaselina de Ibai Gómez que se fue fuera y luego con un remate picado de Aurtenetxe que tampoco vio portería. El Barça seguía dominando el partido con facilidad ante un Athletic cansado que era un juguete roto en manos del Barça. En el minuto 71, Messi estuvo a punto de repetir el gol de Maradona saliendo desde el medio del campo con un eslalon vertiginoso con el que fue dejando atrás a varios rivales pero Gorka detuvo el disparo con el pie. A partir de aquí, el Barça dio entrada a Keita, Cesc y Thiago en sustitución de Xavi, Alexis y Pedro que se fueron ovacionados por el Vicente Calderón. Con esto se llegó al final del partido que acreditaba al Barça como campeón de Copa nuevamente, que suponía el 14º título de Pep Guardiola en sus cuatro años como entrenador del Barcelona.
Pep se despide como entrenador del F.C Barcelona como había llegado: siendo campeón de Copa y dándole un meneo al Athletic. Con este partido se cierra uno de los ciclos más gloriosos de la historia del fútbol.
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