El United siempre se ha caracterizado por ser un equipo bastante fiable que no perdía muchos partidos ante equipos pequeños. Sin embargo, el miércoles pasado sufrió un pequeño traspiés ante el Wigan que hizo al City acercarse un poco más al líder. Esta semana el United no tenía pensado dejarse puntos en Old Trafford ante el Aston Villa y lo dejó claro desde el minuto 1.
El United salió desde el primer minuto a comerse al Aston Villa con la velocidad de sus dos extremos, Valencia y Young, y la dirección del pelirrojo Scholes. En el minuto 6, Aslhey Young se internó por banda izquierda y se tropezó con el pie del defensa "villano" Clark por lo que el árbitro señaló un penalti inexistente que Rooney se encargaría de materializar para poner el 1-0. El United seguía dominando y Valencia era un auténtico puñal por la banda derecha ante el que nada podía hacer la defensa del Villa. En el minuto 42, Young se internó por enésima vez por banda izquierda para poner un balón al área que nadie consiguió despejar hasta que Welbeck apareció en el segundo palo para mandar el balón al fondo de las mallas y poner el 2-0 con el que se llegaría al descanso.
La segunda parte continuó igual con un Manchester United arrollador y un Aston Villa encerrado en su campo sin encontrar soluciones a las avalanchas "reds" que se le venía encima. En el minuto 73, Rooney y Valencia trenzaron una jugada en el borde del área que acabó con el balón en el fondo de las mallas después de que el disparo de Rooney impactará en Clark y despistara a Given para establecer el 3-0. El United se regodeaba y en el minuto 90, Evans dejó solo a Nani ante Given al que batió por debajo de las piernas para poner el definitivo 4-0 que permitía al United continuar manteniendo el liderato con cinco puntos de diferencia sobre sus vecinos del City.
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