martes, 17 de abril de 2012

El Bernabeu decidirá el primer finalista

Nadie dudaba que la eliminatoria entre el Bayern Munchen y el Real Madrid no se iba a decidir en la ida en el Allianz Stadium porque la igualdad entre los dos equipos era absolutamente evidente. El partido dejó de manifiesto que esto se iba a cumplir.
Esta vez no fue 'Super' y Mario Gómez no estuvo fino en los últimos metros. Aún así apareció cuando tuvo que hacerlo.

Mourinho nuevamente volvió a confíar en Coentrao como lateral derecha en lugar de Marcelo porque considera que es mejor defensor que el brasileño aunque el portugués se empeña en demostrar partido a partido que ha sido una auténtica locura pagar por el 30 millones de euros. El Bayern salió fuerte al partido metiendo un ritmo alto que cogió al Madrid un poco frío sin haber entrado aún al partido. En el minuto 14, el Bayern botó un córner que tras una serie de rechace en el área Ribery acabó enviando al fondo de la portería del Madrid para poner el 1-0 en el marcador. El Real Madrid acusó el golpe y pudo encajar algún gol más pero los fallos de los delanteros alemanes y la aportación de Casillas lo evitaron. Con este resultado se llegó al descanso.
Ribery golpeó primero aprovechando un balón suelto dentro del área para batir a Casillas.

La segunda parte comenzó igual que había acabado la primera con un Bayern muy enchufado y un Madrid dubitativo que no conseguía dar dos pases consectivos. En el minuto 52, el Madrid llegó por primera vez con una contra tirada por Benzema que puso el balón al segundo palo para que Cristiano cediera para Özil que solo tuvo que empujarla para poner el 1-1 y llevar la alegría al banquillo blanco. El Madrid, a pesar de marcar, no se encontraba cómodo en el campo y seguía concediendo oportunidades a los alemanes que Mario Gómez no consiguió materializar. En el minuto 89, Lahm entró por enésima vez por la banda defendida por Coentrao para poner un centro al corazón del área donde estaba el depredador Mario Gómez que solo tuvo que fusilar a Casillas para darle la ventaja por 2-1 al Bayern con la que se llegaría al final del partido.
 Özil apareció en el momento justo y en el sitio oportuno para lograr un gol que vale su peso en oro.
Tampoco podemos olvidar una nueva actuación deleznable del árbitro Howard Webb que no acertó en casi ninguna de las decisiones que tomó. Para comenzar le perdonó la tarjeta amarilla en el minuto 10 a Coentrao que posteriormente hubiese supuesto su expulsión, no señaló un posible fuera de juego posicional en el primer gol del Bayern, se tragó un probable penalti de Coentrao sobre Mario Gómez y le perdonó una clara expulsión a Marcelo con una patada a la rodilla de Muller. Por tanto, la UEFA debería plantearse si este tipo de árbitros sin criterio están capacitados para arbitrar una semifinal de Champions

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