El Arsenal llegaba al Emirates con un mal resultado obtenido en la ida de los octavos de Champions en San Siro ante el Milan (4-0). Wenger decidió sacar un equipo muy ofensivo con Song como único mediocentro de contención acompañado por Rosicky y Oxlade-Chamberlain y con Walcott, Gervinho y Van Persie en ataque.
El Arsenal tenía que empezar amedrentando al Milan y así lo hizo con un Rosicky muy enchufado y llevando el peso del partido. En el minuto 7, Chamberlain sacó un córner al primer palo que Koscielny remató completamente solo en el primer palo para batir a Abbiati y poner el 1-0 que daba mucha fuerza al Arsenal. El Arsenal continuó dominando el juego y el Milan se dedicó a esperar atrás para cazar una contra que nunca llegó. En el minuto 25, Thiago Silva despejó fatal un centro de Walcott y el balón le calló a Rosicky que puso con el interior del pie el balón a la base del palo izquierdo del Milan para hacer subir el 2-0 al marcador. En el minuto 44, Oxlade-Chamberlain se internó en el área y fue derribado por Mesbah. El árbitro señaló penalti y Van Persie se encargó de transformarlo y llevar la locura al Emirates porque la remontada era posible. Así se llegó al descanso.
La segunda parte continuó con dominio del Arsenal pero solamente gozó de una buena oportunidad en el minuto 58 con un chut de Gervinho que paró Abbiati y el rechace le cayó a Van Persie pero Abbiati respondió con una gran parada de nuevo. A partir de aquí, el Milan sacó su veteranía con jugadores como Mexes, Van Bommel o Ibra para dormir el partido y que el Arsenal no tuviera más opciones de llegar a su área. El partido finalizó con un 3-0 insuficiente para los Gunners que mete al Milan en los cuartos de final de la Champions League.
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