España pasa de primera pero no ilusiona como antaño

España llegaba a su partido contra Croacia con la intención de conseguir el primer puesto del grupo para evitar a Francia y Alemania en los cruces de cuartos y semifinales. España ha conseguido su objetivo pero no consigue convencer con su juego.

Del Bosque volvió a confiar en el mismo once inicial que salió en el partido ante Irlanda con Torres en punta de ataque y con ese doble pivote, al que se niega a renunciar, a pesar, de que solamente sirve para ralentizar ese juego eléctrico, que ha caracterizado a nuestra selección en anteriores torneos. España salió fría al partido aunque dominaba la pelota mientras que Croacia le imprimía un ritmo altísimo en la presión de la salida del balón. Silva e Iniesta no aparecían demasiado y por eso, España sufría para llevarles balones a Torres. En la primera parte solo vimos una ocasión por parte de los dos equipos en una jugada individual por banda de Fernando Torres, que Pletikosa rechazó a córner con las piernas. Mientras este partido continuaba con 0-0, Italia se ponía por delante ante Irlanda y dejaba a Croacia fuera y a España como segunda de grupo.

En la segunda mitad, España salió aún más temerosa que en la primera mitad. Croacia olió sangre y se vino más arriba a presionar a España, que no conseguía sacar el balón cómodo desde atrás. Del Bosque introdujo en el campo a Navas en lugar de Fernando Torres, en un nuevo intento de imponer el sistema del falso nueve, que ya habíamos visto que no funcionaba en esta selección. Croacia vio que podía hacer daño a España y a punto estuvo de mandarla a casa con un cabezazo de Rakitic y un tiro de Perisic pero el mejor portero del mundo volvió a aparecer una vez más con dos paradas milagrosas. España sufría pero en el minuto 85, Cesc se inventó un pase magnífico de cuchara para Iniesta, que se la cedió a Jesus Navas para que marcara a puerta vacía y metiese a España en la siguiente ronda como primero de grupo. España estaba en la siguiente ronda, pero su juego no acababa de convencer sobre todo por el empecinamiento de Del Bosque en su idea del doble pivote