España se enfrentaba a Portugal en busca de su tercera final consecutiva, tras la de la Euro de 2008 y la del Mundial de 2010. España se plantaba en esta semifinal después de ganar sin demasiados apuros a Francia al igual que había hecho Portugal con la República Checa.
Del Bosque daba la sorpresa con la titularidad de Álvaro Negredo en sustitución de Cesc Fábregas. España volvía a su sistema con delantero centro, renunciando a ese esquema de falso nueve, que tantas críticas había recibido en los anteriores partidos. España no encontraba su juego combinativo porque Portugal llevaba la presión muy arriba, impidiendo que la pelota pasara por Busquets y Xabi Alonso. Iniesta y Silva estaban desactivados y España no conseguía conectar con Negredo, que fue un islote inmóvil entre los dos centrales, Pepe y Bruno Alves, que le ganaban todas las disputas. Portugal se empleaba con dureza y el partido se hacía cada vez más aburrido. El descanso llegó sin ocasiones para ninguno de los dos equipos.
La segunda parte se presentaba exactamente igual que la primera, pero Portugal ya no presionaba tan arriba y España se encontraba más cómoda con el balón. Del Bosque decidió volver al esquema del falso nueve dando entrada a Cesc en lugar de Negredo pero el equipo tampoco mejoró. Portugal llegaba con peligro a la contra pero no conseguía inquietar a Casillas. Del Bosque dio un giro al equipo metiendo a dos extremos como Navas y Pedro, que eran un puñal para sus laterales. El primer disparo de España llegó mediada la segunda mitad cuando Xavi chutó demasiado centrado. El partido iba muriendo poco a poco y todo indicaba que se iría a la prórroga. Portugal tuvo la suya en el último minuto con una contra que Cristiano desperdició con un disparo alto y desviado.
La prórroga decidiría quien sería el primer finalista de esta Eurocopa. España salió muy fuerte al partido con Pedro y Jordi Alba haciendo daño por banda izquierda. Pedro era un dolor de cabeza para la defensa de Portugal, que se veían incapaces de frenarle. Precisamente, Pedro hiló un buena jugada en banda izquierda, Jordi Alba la puso al área e Iniesta remató con el interior pero Rui Patricio intervino magistralmente. Portugal decidió poner más consistencia con Custodio en el medio. Los penaltis parecían inevitables. La tanda decidiría quien sería el primer finalista. España comenzó por medio de Xabi Alonso, su mejor lanzador, pero Rui Patricio adivinó su lanzamiento. Moutinho tampoco pudo batir a Casillas, así que el 10 se mantenía. Iniesta, Pique, Nani y Pepe chutaron con mucha calidad para poner el empate a dos en la tanda. Era el momento de Ramos, que se resarció de su penalti en las semis de la Champions, con un penalti a lo panenka que dejó a todo el mundo boquiabierto. Bruno Alves tiró su penalti al larguero y dejaba en las botas de Cesc el paso a la final. El de Arenys no decepcionó y metió su penalti después de pegar en el palo. España era finalista por tercera vez en las tres últimas competiciones.
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