España no había dejado muy buenas impresiones en los tres partidos de la fase de grupo pero llegaba a los cuartos de final con la intención de resarcirse. Francia tampoco llegaba en las mejores circunstancias posibles al partido después de que se diera a conocer los problemas internos entre Ben Arfa, Diarra, Nasri y el entrenador, Laurent Blanc.
Blanc dejó en el banquillo a los tres jugadores que habían causado el problema en el vestuario y dio entrada de nuevo a Malouda por delante de la pareja de mediocentros, Cabaye y M'Villa. Debuchy adelantó su posición al interior diestro para evitar las subidas de Jordi Alba y jugó Revelliere de lateral derecho. Del Bosque volvió a apostar por el falso nueve con Cesc en esa posición. España salió muy fuerte al partido metiendo atrás a una selección francesa, que ni siquiera apretaba la salida de balón. En el minuto 6, Rizzolli se comió un penalti clarísimo de Clichy a Cesc Fábregas, cuando se plantaba solo ante Lloris. España seguía dominando y en el minuto 19, Jordi Alba le ganó la espalda a Revelliere en un pase interior de Iniesta y puso un buen balón al segundo palo, donde apareció solo Xabi Alonso para rematar de cabeza y poner el 1-0 en el marcador. España estaba muy cómoda sobre el campo, sobre todo cuando el balón estaba en poder de Xavi, Iniesta y Silva. El partido llegó al descanso con el 1-0 que metía a España en las semifinales.
España comenzó la segunda parte demasiado dubitativa con el balón, teniendo pérdidas absurdas en el centro del campo pero Francia tampoco inquietó en ningún momento la portería de Iker Casillas. Benzema estaba desaparecido al igual que Ribery, que eran los que tenían que tirar de la selección francesa. Laurent Blanc dio entrada a Nasri y Ménez en sustitución de Debuchy y Malouda para dar más profundidad al equipo francés pero los cambios no surtieron efecto. Del Bosque veía a la selección demasiado estática y dio entrada a Torres, Cazorla y Pedro. Los minutos pasaban y el partido se hacía cada vez más aburrido sin que ningún equipo tuviera ninguna ocasión de gol. En el minuto 90, Cazorla se movió bien entre líneas y le puso la bola dentro del área para que Pedro desbordara, Revelliere llegó tarde y derribó al canario. Rizzolli no dudó en pitar el penalti que Xabi Alonso transformó tras engañar a Lloris. España estaba nuevamente en semifinales donde está esperando la selección portuguesa de Cristiano Ronaldo.
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