El Chelsea se plantaba este sábado en Stamford Bridge con malísimas sensaciones tras haber sido vapuleado por el Nápoles en el estadio San Paolo entre semana y se había rumoreado mucho sobre la destitución de Villas- Boas y la llegada al banquillo de Rafa Benítez, aunque finalmente nada de nada. El Chelsea se encontraba esta jornada contra un Bolton que en ningún momento opuso resistencia.
El Chelsea salió fuerte encerrando al Bolton atrás pero nuevamente no se veía ese juego brillante que esperábamos cuando supimos que Villas-Boas entrenaría a este equipo. Essien no es un jugador de calidad, Ramires es un llegador y no un mediocentro puro y Lampard no es el de hace unas temporadas aunque nunca haya sido tampoco un mediocentro puro. Drogba fue el mejor jugador del Chelsea en esta primera parte volviendo loca a la defensa del Bolton con sus continuos movimientos. En esta primera mitad solamente pudimos ver dos ocasiones de Sturridge que el inglés no consiguió materializar. El partido llegó al descanso con el 0-0 inicial.
La segunda mitad comenzó bien para el Chelsea de Villas-Boas con un gol de David Luiz que se internó en el área y resolvió como si fuera un delantero centro con un tiro a media altura que rozó el palo izquierdo de la portería de Bodgan antes de introducirse dentro para plasmar el 1-0 en el marcador. En el minuto 62, Lampard sacó un córner desde el flanco diestro y Didier Drogba se levantó imperial por encima de los centrales del Bolton para rematar con potencia y poner el 2-0 que facilitaba mucho las cosas para el Chelsea. A partir de aquí el Chelse mejoró algo su juego ante un Bolton completamente entregado. En el minuto 78, Frank Lampard cerró la goleada tras empujar en el segundo palo un gran centro del español Juan Mata, que en este partido no estuvo tan brillante como acostumbra. Torres volvió a ser suplente una vez más y entró el minuto 76 aunque apenas tuvo presencia en el juego.
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