lunes, 27 de agosto de 2012

No solo sirve estar al frente en la victoria

Todo hacía indicar que José Mourinho había expirementado un cambio en este comienzo de temporada al frente del Real Madrid pero ayer comenzó a aflorar de nuevo el verdadero carácter del técnico portugúes. Ese que le llevó a tener problemas con gran parte de los entrenadores de la Premier League durante su etapa en el Chelsea. Técnicos de la talla de Sir Alex Ferguson, Arsene Wenger o Rafa Benítez tuvieron desavenencias con el luso pero no fueron los únicos, Frank Rijkaard también le sufrió en su etapa como entrenador del Barça cuando se enfrentaron en la Champions League. Hace apenas un par de temporadas, Mou llegaba al banquillo del Santiago Bernabeu para ponerse al frente del Real Madrid. Desde entonces ha tenido problemas con diversos entrenadores, árbitros e incluso presidentes de algunos clubes pero una parte del madridismo confía ciegamente en su entrenador y ve lógica cualquier reacción del técnico luso.
Esta vez, Mourinho ha llegado demasiado lejos. Tras la derrota de su equipo en el partido de ayer frente al Getafe, el técnico del Real Madrid atacó vilmente a su plantilla acusándoles de ser los únicos causantes de la derrota. En todas sus declaraciones en sala de prensa, Mou dijo que la actitud de su equipo había sido intoletable y de una endeblez insólita en la línea defensiva cargando contra algunos de sus futbolistas de los que no dio nombres. Así que no sería raro ver desaparecer de las próximas alineaciones a algunos de los futbolistas que fueron titulares en el equipo de ayer y Raúl Albiol tiene todas las papeletas para ser el principal damnificado. Es muy sencillo estar en primera línea cuando se consiguen las victorias pero escudarse en la mala actitud de sus futbolistas cuando se pierde es un acto deleznable. Mourinho en ningún momento se acordó de mencionar el suicidio al que él mismo llevó a su equipo con el cambio de Marcelo por Callejón, que dejó a un Real Madrid expuesto a los contraataques de un Getafe con la dinamita en ataque de Colunga y Barrada. Tampoco hay que olvidar la pérdida de control en el juego de su equipo cuando sustituyó a Lass Diarra para dar entrada a Karim Benzema. Ese entrenador al que todos tienen por un gurú táctico (yo entre ellos) cometió precisamente errores en su principal virtud pero lejos de admitirlos, dejó todo el peso de la derrota sobre sus jugadores. Yo nunca me he identificado con las formas ni con el juego del señor Mourinho y he sido especialmente crítico pero realmente los actos de ayer me parecieron inadmisibles. Ahora deben ser los madridistas quienes saquen las propias conclusiones sobre la actitud. Si ellos están de acuerdo con su actitud no hay nada que reprocharles pero a mí, sin ser aficionado del Madrid, no me parece justo

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