Hubo un tiempo en que la calidad tuvo nombre propio y apellidos en Amsterdam, Milán y Londres , ese no tiempo no es demasiado lejano, solo hay que remontarse a la década de los 90 y los primeros años del nuevo milenio. En 1986, Johan Cruyff hizo debutar a un joven delantero de 17 años con un carácter bastante introvertido pero con unas cualidades técnicas fuera de los habitual. Ese jugador del oeste de Amsterdam era un joven Dennis Bergkamp. Un delantero con una capacidad equiparable a cualquier otro pero con una calidad superior a la mayoría. Bergkamp no tardó demasiado en ganarse la confianza de su técnico y el corazón de la afición del Ajax. Tal fue su evolución el Inter apostó fuerte por él aunque el Real Madrid también peleó fuerte por él. Su rendimiento en el Inter fue francamente decepcionante por la dureza de las defensas italianas y la convulsa situación que vivían los nerazzurri. Después de tres años sin demasiada brillantez, Bergkamp emigró a Londres donde viviría su mejor época con la llegada del francés Arsène Wenger en septiembre de 1996. No solo Bergkamp viviría su mejor época sino que el Arsenal volvería a resurgir de sus cenizas cual ave fénix.
Wenger dio toda su confianza a Bergkamp desde el primer momento y el delantero holandés no decepcionó volviendo a mostrar toda la calidad que había dejado huella entre la afición del Ajax. La temporada 97-98 fue la más exitosa en títulos con el doble de Premier y FA Cup y en trayectoria personal superando la veintena de goles. Las siguientes temporadas, el holandés continuó demostrando su inmensa calidad pero su equipo no estaba a la altura y menos tras la salida de sus compañeros Overmars y Petit camino a Barcelona. Aquí apareció la luz para Dennis Bergkamp, ya que esa misma temporada recalaron en el Arsenal jugadores del nivel de Thierry Henry, Robert Pires o Sylvain Wiltord. El Arsenal volvió a recuperar el nivel de antaño ganando en la siguiente temporada un nuevo doblete de Premier y FA Cup pero este no sería el techo de un Arsenal tremendo encabezado por Henry y Bergkamp. La siguiente temporada, el Arsenal revalidó el título de Premier League sin perder ni un solo partido en todo el campeonato con un Henry que todo lo que tocaba acababa en gol y un Bergkamp que sacaba a relucir su calidad con pases imposibles en cada encuentro. En 2006, llegó su retirada ante un estadio de Highbury absolutamente entregado a la magia mostrada por Bergkamp durante los últimos años.
Si todavía alguien se pregunta por qué nadie podrá olvidar jamás la calidad de Dennis Bergkamp sobre un terreno de juego solamente tiene que ver un partido con la camiseta gunner pero especialmente hay un día que se quedará grabado en la retina de todos los amantes del fútbol. Ese día era el 3 de marzo cuando corría el minuto 13, Pires conectó con Bergkamp en el borde del área y realizó un autopase de espaldas sin controlar el balón para definir fácil ante el portero del Newcastle firmando uno de los goles más bellos que se recuerdan en la historia del fútbol. Su calidad era innegable pero también hay que recordar sus problemas con los aviones que le impedían viajar en multitud de ocasiones con su equipo para disputar partidos de competición europea que perjudicó en muchos casos a su equipo e incluso a sí mismo. Muchas han sido las definiciones de Dennis Bergkamp pero ninguno ha igualado las palabras de Dennis Bergkamp en las que decía que "nunca había visto ningún jugador con tanta calidad, ni tampoco espero encontrarme a ninguno similar".
Puede haber gente que ni siquiera le haya visto pero yo soy de los que coincido con Wenger en que es el jugador con mayor calidad que haya visto y tampoco espero encontrarme ningún igual. Así que me conformo con seguir viendo una y otra vez sus genialidades en partidos repetidos de hace varios años.
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