Quini, Villa, Ferrero, Joaquín, Eloy, Maceda... todos ellos grandes ídolos de la grada de El Molinón pero hay uno que tiene un hueco especial en el corazón de todo sportinguista. Su apodo "El Pichón", su lugar de naciemiento Roces, su nombre Juan Castaño Quirós pero todos los sportinguistas le conocemos por el nombre de Juanele. Mucha gente ni siquiera habrá oído hablar de él y se preguntarán ¿por qué Juanele? Quizás porque nunca llegó al nivel de Quini o Villa cuando podría haberlo hecho perfectamente, quizás por su carácter y su mala cabeza, quizás por sus continuas declaraciones de amor a la grada rojiblanca. Por esas y mil razones más, Juanele siempre permanecerá en el corazón del sportinguismo. Además jamás ha tenido tapujos en hablar sobre sus problemas y los del Sporting, él mismo contó en muchas ocasiones que puede decir que es futbolista gracias a García Cuervo y su exigencia en sus años en el filial rojiblanco.
La última aparición pública de Juanele fue en la tarde de ayer en el programa "Rincón Sportinguista" donde volvió a dar una lección de sportinguismo que algunos deberían escuchar y asimilar. "El Pichón" habló sin tapujos como siempre ha hecho pero siempre desde su corazón sportinguista. En primer lugar dijo que el Sporting no cuidaba la cantera como había hecho años atrás, después que nadie sabía realmente quien mandaba en las oficinas de Mareo, apoyó el trabajo de Manolo Sánchez por ser un hombre de la casa y con una filosofía clara. Para rematar cargó contra el máximo accionista, la directiva y algún que otro director de periódicos muy cercanos al Sporting acusándolos de anteponer sus intereses personales a los de todo el sportinguismo. Y pensando fríamente, ¿alguien que lleve realmente al Sporting en el corazón no está de acuerdo con sus palabras? Si alguno no está de acuerdo puede tener dos problemas: uno, no querer ver la realidad del club rojiblanco o dos, no llevar al Sporting en el corazón. Así es Juanele y en Gijón tampoco queremos que cambie nunca, a pesar de sus muchos defectos. Siempre estará en el corazón de cada aficionado de El Molinón.
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