Mi obsesión por el fútbol internacional me ha llevado a ver a muchos jugadores que ahora están en equipos grandes cuando jugaban en equipos pequeños. Con esto no quiero decir que sea un experto ni mucho menos, solamente un aficionado. Recuerdo el primer partido que le vi a Falcao con la camiseta de River Plate. Si no recuerdo mal que puede ser, se disputaba el Torneo Apertura 2005 y River se enfrentaba a Independiente de Avellaneda. El colombiano solo tenía 19 años y era una promesa del conjunto millonario. Ese día hizo dos goles y a mí me dejó un regusto especial aquel delantero centro a la vieja usanza. Poco a poco le fui siguiendo la pista y cada día me parecía mejor goleador. Entonces llegó el Oporto y su verdadera explosión convirtiéndose en campeón de la Europa League y superando el récord de máximo goleador de la competición desbancando a Klinsmann. El Atleti fue el más rápido en hacerse con sus servicios ese mismo verano pero su inicio no fue tan bueno como se esperaba. Las críticas empezaban a aparecer por el mal comienzo del equipo y del colombiano. Entonces llegó Simeone y con él, otra explosión de "El Tigre". Campeón de la Europa League con un doblete suyo en la final y campeón de la Supercopa de Europa con un hat-trick. Ahora todo el mundo del fútbol se rinde a sus pies pero pocos se acuerdan de sus pensamientos apenas un año atrás. Se habla del mejor delantero centro del mundo, probablemente en estos momentos lo sea. Mis sensaciones en este caso eran buenas lo que no quiere decir que siempre lo sean.
domingo, 14 de octubre de 2012
Falcao, de la crítica a la alabanza
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