Octavio Augusto, Nerón, Calígula, Tiberio... todos ellos grandes emperadores romanos y así podríamos llegar hasta los 52 aunque hay otro más que no aparece en ningún libro de historia. Su reinado comienza en el año 1992 y todavía no se conoce exactamente el final de su mandato. Su palacio es un tanto peculiar porque se llenaba todos los fines de semana para verle. Su nombre Francesco Totti y su casa el Olímpico de Roma. Como ya habíamos comentado antes, Totti comenzaba su carrera en la Roma en el año 1992 con tan solo 16 años para convertirse en uno de los ídolos de la afición romana. En sus inicios Totti tuvo que pelear para ganarse el corazón de una afición entregada al talento de Giuseppe Giannini hasta su salida en 1996. a partir de aquí, Totti se convirtió en el ídolo absoluto de la afición. Al año siguiente llegó la verdadera explosión del italiano con la llegada de Zdenek Zeman y su clásico dibujo del 4-3-3 que hicieron tomar cada vez mayor importancia a Il Capitano. Su mayor éxito llegó en el año 2001 con la consecución de su único Scudetto liderando a un equipo formado por grandes jugadores como Cafú, Batitusta o Montella dirigidos por el mítico Fabio Capello. Nunca volvería a ganar un Scudetto con el equipo de sus amores pero cada día la hinchada veneraba más a Totti. Hoy Totti cumple 36 años y sigue ligado a una Roma que se rinde continuamente a sus pies.
Pero no todo han sido cosas positivas en la carrera de Il Capitano, su carácter difícil le ha jugado malas pasadas en muchas ocasiones. Las expulsiones en partidos han sido constantes por patadas a destiempoe incluso por escupir en la cara de sus rivales. Sin embargo, cuanto mayor indisciplina mostraba mayor era el cariño que le veneraba la grada del Olímpico. Sus relaciones con algunos compañeros también se han visto afectadas por su poder. Especialmente famosos son los altercados con Vincenzo Montella y Antonio Cassano. Muchos periódicos comentaron que la salida de Montella de la Roma se produjo un día que Totti le invitó a comer los famosos canelones que preparaba su madre. Montella dijo que había comido mejor pasta que la de la madre del romano y Totti pidió a la directiva que su compañero en la delantera saliese del equipo. Con Cassano la relación se fue también al traste porque el delantero de Bari pidió un aumento de sueldo para cobrar lo mismo que Totti y como la directiva se lo negó, Cassano pidió cobrar un euro menos que el gran capitán. Totti se enfadó con su compañero y nuevamente pidió su salida del club. Esto son simplemente rumores pero viendo el carácter de Totti se podría pensar que son completamente ciertos. Esa es la historia de último gran emperador romano al que todavía le queda algún año de reinado.
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