viernes, 14 de septiembre de 2012

El auténtico rey del Drink Team

"Si estoy convencido de que no voy a ver, acabaré bebiendo", él mismo se definía así. Nadie podrá alcanzar jamás ese puesto de honor que él tenía en el famoso Drink Team inglés. Su nombre, Paul Gascoigne. El mediocentro inglés podría haber sido uno de los más grandes de la historia si la bebida no se hubiese cruzado en su camino desde los primeros años de su carrera. Gazza nunca tuvo una vida demasiado fácil ya que en su infancia presenció la muerte de uno de sus amigos y de su padre. La personalidad problemática de Gascoigne ya estaba formada. El Newcastle le vio jugar y le ofreció un contrato juvenil con tan solo 13 años. Esa potencia en la llegada al área, esa capacidad para dirigir al equipo, esa recuperación en el centro del campo y esa conexión especial con la afición de las urracas. Todas esas son señas de identidad del mejor Gazza pero siempre vinieron acompañadas por el amor incondicional a la cerveza. Gascoigne estuvo a punto de ser expulsado del Newcastle por mala conducta pero finalmente fue traspasado al Tottenham. El rendimiento de Gascoigne seguía siendo excelente en los Spurs, su afición a las tabernas cada vez más preocupante. Todo era perfecto hasta que llegó la lesión en la rodilla. Ya nada volvería a ser igual. Fue traspasado a la Lazio pero nunca dio el nivel mostrado en Inglaterra. En sus últimos años de jugador acabó mendigando algunos contratos profesionales en equipos casi desconocidos.
Fuera del campo se popularizó la gazzamanía. Los aficionados ingleses cada día adoraban más a su nuevo idolo. La grada idolatraba a ese jugador con problemas de sobrepeso y con la cerveza pero los escándalos comenzaron a salpicar a Gascoigne. No había un día que no apareciese una foto suya en una taberna pero ninguna fue tan polémica como la noche que se fue a tomar cerveza con sus amigos vestido con la camiseta de Inglaterra una hora después de jugar un partido con el combinado nacional. Sin embargo ya no era solo el alcohol el problema de Gazza, las depresiones comenzaron a llegar. Peleas, drogas, intentos de suicidio, clínicas de rehabilitación fueron cada día más frecuentes en su vida. Sin embargo, su estrella entre la afición nunca se apagó. Gascoigne sigue siendo uno de los mayores ídolos de la hinchada británica a pesar de haber dejado el mundo del fútbol hace varios años. Pudo ser uno de los jugadores más grandes de todos los tiempos pero su obsesión con el alcohol nunca se los permitió. Solo se separaba de la barra del bar para coger una pelota y hacer magia sobre el césped de St James Park o White Hart Lane.


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