"Ve y pegala tú, Tata, carajo". Esa frase escucharon todos los aficionados que se congregaban aquella tarde en el Parque de Independencia, ese estadio que ahora conocemos como Estadio Marcelo Bielsa. Newell's Old Boys recibía a su rival más directo por el título, Boca Juniors. El equipo bonaerense venía de proclamarse campeón del torneo apertura de ese mismo año y quería revalidarlo en el torneo clausura, pero en Rosario no iban a permitírselo. Marcelo Bielsa se había embarcado en la aventura de dirigir a un equipo con una mezcla explosiva entre jugadores muy jóvenes y jugadores con una gran veteranía. Pochettino, Gamboa, Berizzo, Berti... eran las apuestas arriegadas de "El Loco" procedentes de la B de "La Lepra". A todos estos jóvenes se unían dos jugadores que rondaban la treintena que venían de ser grandes estrellas en el fútbol argentino como Llop y Martino. Precisamente este último era la clave de aquel equipo. "El Tata" era el alumno aventajado de Marcelo Bielsa y no tardaría en demostrarlo tras su retirada. Esa frase con la que empezábamos podría reflejar perfectamente el traspaso de poder que "El Loco" le haría a su pupilo y que este no estaba dispuesto a rechazar.martes, 23 de julio de 2013
"El Tata", un bielsista convencido
"Ve y pegala tú, Tata, carajo". Esa frase escucharon todos los aficionados que se congregaban aquella tarde en el Parque de Independencia, ese estadio que ahora conocemos como Estadio Marcelo Bielsa. Newell's Old Boys recibía a su rival más directo por el título, Boca Juniors. El equipo bonaerense venía de proclamarse campeón del torneo apertura de ese mismo año y quería revalidarlo en el torneo clausura, pero en Rosario no iban a permitírselo. Marcelo Bielsa se había embarcado en la aventura de dirigir a un equipo con una mezcla explosiva entre jugadores muy jóvenes y jugadores con una gran veteranía. Pochettino, Gamboa, Berizzo, Berti... eran las apuestas arriegadas de "El Loco" procedentes de la B de "La Lepra". A todos estos jóvenes se unían dos jugadores que rondaban la treintena que venían de ser grandes estrellas en el fútbol argentino como Llop y Martino. Precisamente este último era la clave de aquel equipo. "El Tata" era el alumno aventajado de Marcelo Bielsa y no tardaría en demostrarlo tras su retirada. Esa frase con la que empezábamos podría reflejar perfectamente el traspaso de poder que "El Loco" le haría a su pupilo y que este no estaba dispuesto a rechazar.
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